1 de septiembre de 2010

Los Siete Lagos de Rila. Día 9

Día 9:

Domingo 29 de Agosto de 2010. Hoy vamos a las montañas de Rila, finalmente somos 4: Iva, Daniela, Silviya y un servidor. 

Esta es la carretera que nos llevó a Rila.
Nos levantamos a las 7.30. El cielo está gris en Sofía, y hace muchísimo viento. Por un momento pensamos en cancelar la expedición, pero el desánimo dura lo que tardamos en ponernos en pie y lavarnos la cara. Las montañas de Rila están unos 100 km. al sur, por lo que es posible que allí la meteorología sea distinta.

Nos montamos en el Chevrolet de alquiler y desayunamos en un área de servicio por el camino. Hay tres caminos distintos para llegar al telesilla de Panichiste, que es nuestro destino. La más lógica parece ir primero hasta Dupnitsa aprovechando un tramo de autovía existente (este camino ya lo vimos aquí). Otra opción es ir por carretera general hasta Samokov, y luego desviarse al oeste. Pero nosotros elegimos la tercera y menos probable: ir por carreteras secundarias en línea recta al sur. Es la vía más directa, pero no por ello la más rápida.

Mapa de la zona
Así que bordeamos el macizo montañoso del Vitosha por su ladera Este, y llegamos al pueblo de Zheleznitsa. La carretera es estrecha y con muy mal pavimento, lleno de baches, grietas y agujeros. Menos mal que el coche no es mío y lo salto todo, sin dolor, ¡zapatilla!. Sapareva Banya es el pueblo que da acceso al larguísimo puerto que sube hasta Panichiste. La carretera en este tramo está muy degradada.

Desde la estación inferior...
Llegamos hasta las instalaciones del telesilla, donde aparcamos. Compro un mapa por unos 4 €, imprescindible, pues hasta ahora no tenía ninguna referencia más allá de lo ojeado en Internet. Un billete de ida y vuelta son 15 leva por persona (unos 7,5 €), no parece caro si tenemos en cuenta que nos deja a una altitud de 2.200 metros tras un recorrido de casi media hora y 2,3 km de longitud. En el momento de subirnos al aparato el cielo está totalmente cubierto por nubes y hay niebla. Tiene muy mala pinta, pero obviamente ya que estamos allí no vamos a renunciar a intentarlo... Y hubo suerte, puesto que durante la subida traspasamos literalmente todas la nubes y las dejamos debajo, para disfrutar repentinamente de un paisaje inmenso, tremendo.

...a la superior

Una vez en la estación superior, iniciamos la marcha por el camino que sale hacia la derecha. Ahora el sol calienta sin contemplaciones, hemos pasado de un día gris a uno esplendoroso en cuestión de minutos. El sendero es muy fácil y sin pérdida posible. Va ganando altura hasta llegar a un promontorio con unas preciosas vistas de algunos de los famosos lagos que reinan en este lugar.

Cada lago tiene su nombre, de esta manera dejamos a nuestra derecha "El Riñón", para emprender un duro repecho hasta "El Ojo". Hemos dejado atrás también una pradera con unos dibujos circulares hechos con piedras, donde se realizan ritos druídicos todos los meses de Agosto. Al parecer los participantes (o sectarios, como dicen algunos) suben hasta aquí vestidos con túnicas blancas, para pasar un mes en ayuno de sexo, alcohol y otros vicios. 

Los Lagos de Rila
Desde "El Ojo" a una cima cercana son apenas 15 minutos, así que ni nos lo pensamos. Hasta este punto llega muchísima gente, es muy accesible con buen tiempo, aunque estemos ya a unos 2.500 metros de altitud. El panorama es grandioso, con todos los lagos a nuestros pies en caprichosa combinación. Yo tenía ganas de más, así que seguí subiendo por una suave pendiente hacia el otro lado de las montañas que teníamos encima. En poco tiempo se gana una explanada en lo alto, desde donde se accede sin complicación ninguna a la cima del "Damga" (2.669 metros). Las vistas desde aquí ofrecen nuevas perspectivas: hacia el oeste vemos un valle que en el mapa aparece como "Pazar Dere" y al fondo el refugio "Ivan Vazov". Hacia el este dominan las cumbres del "Maliovitsa" (2.729 m.), y la del Musala, que con sus más de 2.900 metros es el pico más alto de los Balcanes (y por ende, de Rila).

Pazar Dere. Refugio Ivan Vazov al fondo.

En menos de una hora bajo otra vez con el resto del grupo, que me espera en el Refugio "Rilski ezera", también conocido entre el populacho como "el antiguo". Allí comemos. El refugio "nuevo" está justo al lado de la estación superior del telesilla, y se llama "Skakavitsa" (pero las vistas no son una caca, ¿eh?... esta se la dedico a Monroy). Caminamos de un refugio a otro en unos tres cuartos de hora. Aprovechamos para tomarnos un merecido descanso al sol, y beber alguna cerveza "Shumensko" (¡¡la avalo!!).

De vuelta muy satisfechos... ¡menudo día!
Mascando mazorca
Vuelta en el telesilla. Pasamos algo de frío ya que durante el trayecto se atraviesa un gigantesco bosque, los árboles nos envuelven totalmente y el sol deja de calentarnos. Antes de poner rumbo a casa, comemos unas mazorcas de maíz que venden en la calle, cocidas en unas inquietantes ollas. Son muy típicas de aquí y de algún país más de la zona, y además dicen que es la mejor época para comerlas (no lo sé, no soy muy experto en el arte de engullir mazorcas de maíz). La verdad es que son entretenidas, y económicas hasta el punto de suponer unos 50 céntimos de euro por unidad.

Para volver a Sofía utilizamos la carretera que pasa por Dupnitsa. Alrededor de hora y media tardamos en llegar a casa. El día ha sido largo y cansado, no tardamos en acostarnos...

Silviya & Daniela... cansadas, me temo...

¡¡Precioso lugar!!


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