5 de diciembre de 2010

Ciudadanos sofianetz. Días 33-37

Días 33-37:

En el NDK
El 22 de Septiembre es fiesta, así que está todo el mundo en la calle disfrutando del sol que calienta la ciudad. En la plaza de Bulgaria, donde se encuentra el NDK (Palacio de la Cultura, monstruoso edificio con apariencia de gigantesco OVNI) hay montado un gran tinglado de música y concursos, lleno de niños y chavales haciendo “skate”. En su interior, hay grandes mercados temáticos de artesanías, cuero, flores, etc. La cercana calle Vitosha (semipeatonal) es uno de los lugares con más vida de la ciudad, y hoy está a reventar de gente paseando. Desde luego, es uno de los días más apacibles y relajados que recuerdo en Sofía.



NDK, Palacio de la Cultura de Sofía

Plaza de Bulgaria. Detrás nuestro está el NDK
Al día siguiente comienza nuestra aventura en la Universidad de Sofía estudiando inglés en la facultad de idiomas. 5 horas seguidas de clase parece algo duro de asimilar, pero finalmente resulta ser mucho más ameno y dinámico de lo esperado. La profesora que nos ha tocado (Katie) es una auténtica “crack” y realmente sabe cómo enseñar y mantener la atención y motivación en los alumnos. Dios… con la cantidad de patanes que me he encontrado a lo largo de mi vida, toparse de repente con una profesora así es como entrar en un universo diferente. En clase somos 9 (nivel intermediate), y como nosotros no podríamos entender las explicaciones en búlgaro hacia el resto de alumnos, TODO es en inglés, lo que por supuesto supone un puntazo. Ni que decir tiene que también es la única forma de relacionarse con el resto, así que no paramos ni en los descansos. Hemos tenido suerte, visto lo visto. Después, previo paso por el Ugo a degustar un pequeño premio, vamos a un centro comercial a comprar una pieza que faltaba a la PlayStation2 que tienen Pacas y Monroy en su piso, y que ya podemos proceder a desgastar, devastar y desintegrar.

Angel Heart
El viernes, segundo día de clase y visita (para que lo conozcan estos individuos) al barrio de coches de Gorublyane, del que ya hablé largo y tendido en los inicios de este blog. Por la noche fuimos a un local bastante heavy llamado Angel Heart, donde nos encontramos con un concierto de Booze Brothers, un grupo búlgaro que parece ser bastante conocido. Rockeros, bastante ligeritos y convencionales, pero sobrados para dar marchilla a los allí presentes.

Pacas marcando territorio en Sofía
Hemos conocido a Melina, una chica española con la que quedamos al día siguiente para subir al monte que domina la ciudad, el Vitosha (no confundir con la calle del mismo nombre). Subimos en coche hasta una gigantesca torre de telecomunicaciones (Kopitoto) y comenzamos a andar desde allí, sin rumbo claro. Vamos dejando atrás varios refugios donde la gente sube a pasar la tarde tomando algo, hasta que finalmente, y tras 2 horas de marcha entre bosques, llegamos al punto más alto de este lado del monte (Ostrec, a 1.800 m). El día está nublado, pero así todo las vistas sobre Sofía son interesantes. Ya por la noche, nos quedaron fuerzas para ir al famoso club Alcohol (música techno-house esa noche, está en la calle Sava Rakovski). Curiosamente, lo recordaba perfectamente de mi visita hace dos años, y sigue igual. Un sitio genial para desfasarse, en el cual te incitan constantemente a ello, ya sea con un volumen de música que sobrepasa con creces lo saludable, chicas ligeritas de ropa bailando encima de la barra, chupitos por aquí y por allá… La semana la cerré visitando con Daniela su universidad (New Bulgarian University), alejada del centro pero con modernas instalaciones. Es decir, exactamente lo contrario que la Universidad de Sofía.