Viernes 27 de Agosto de 2010. Hoy ha sido un día bastante agotador, por la mañana he acompañado a Iva al hospital, así que he tenido oportunidad de conocer cómo funciona la sanidad aquí. Al parecer es difícil hacer nada si no es con el dinero por delante. Los búlgaros tienen su equivalente a nuestra Seguridad Social, pero no cubre muchas cosas, y no es tan fácil como en España obtener un volante para acudir al hospital de forma gratuita. Ante tal panorama, la opción más práctica en muchos casos consiste en acudir directamente a la sanidad privada. Uno de estos hospitales, supongo que de los mejores y más modernos de la ciudad, es el Tokuda Hospital (http://www.tokudabolnica.bg/en). ¿He de decir que la tarjeta sanitaria europea sirve de bastante poco aquí?
Hospital Tokuda, con el Vitosha al fondo |
A mediodía teníamos una cita muy importante, ¡y esperada!. Habíamos quedado con la persona que nos iba a alquilar el piso, para cerrar el trato y todos los detalles. Al parecer el hombre había estado toda esta semana de viaje por trabajo, y por esta razón no habíamos podido vernos antes. Decidimos aguardarlo porque sabíamos que el piso estaba muy bien, y además el arrendador es amigo de Ludi. El piso está bien cuidado y es muy céntrico, tiene a 200 metros una parada de tranvía y poco más allá una de metro (Serdika, pleno centro). No es muy grande pero tiene todo lo fundamental: dos habitaciones, salón, cocina y baño. El precio está muy bien, unos 250 € al mes. También es importante el hecho de que no hay fianza, y no nos va a poner ningún impedimento en abandonarlo a final de año. Esta circunstancia supone un problema en la mayoría del resto de pisos en alquiler, ya que en ésta época hay mucha demanda por la llegada masiva de estudiantes a la ciudad, y nadie quiere alquilarlo por menos de un año. La calle donde se ubica (Maria Luiza Blv.) me ha resultado preciosa (por sus vistas), pondré alguna foto cuando pueda.
En esta misma calle hay un restaurante de comida típica búlgara, que se sirve en plan “self-service”, aplastantemente barato: unos 2,5 ó 3 € por persona. "Casatrop" podría ser su nombre traducido.
Atasco en el centro de Sofía. Nezavisimost Square. |
Comprando el coche de segunda mano al poli barrigudo:
La secuencia de los hechos fue más o menos así: Comenzamos por mi interés por el vehículo, me lo enseña, me habla de su motor, su carrocería, reparaciones, tapicería, neumáticos, dueños anteriores, etc. Lo arranca (con ayuda de unos cables, porque tiene la batería descargada) y me enseña el motor (muy bonito y limpio, pero no tengo ni puñetera idea de si eso está bien o está mal). Hasta aquí todo normal. Bueno, “normal” si obviamos el detalle de que nos estamos comunicando mediante el lenguaje simiesco y la inestimable ayuda de un bloc de notas (él tío sólo habla búlgaro y un arcaico inglés). Cierto es que estaba allí Iva y nos traduce los detalles importantes, porque sino aquello se tornaba imposible.
Llegado un momento, le pregunto si podría probarlo y dar una vuelta con él. Me dice que "ne" (no), que está sin matrícula, sin seguro, sin EcoTasa y sin ITV (el equivalente allí, no recuerdo su nombre) y que si me paran a mí conduciéndolo se nos cae el pelo a los dos. Pero que él puede, que es policía y “ne problem, ne problem!!”. Así que me monto con él, esperándome un tranquilo paseo por aquella zona. ¡Menudo ingenuo estoy hecho!, el tío tiene ganas de demostrarme que el cacharro anda bien, así que sale a toda pastilla de allí y va directo a la autovía. Yo me empiezo a poner el cinturón porque le veo maneras de Colin McRae, pero me dice “ahh… na problem!! Na problem!! Professional driver!! Hahaha!”. Tras estas palabras, me amarro el cinturón inmediatamente.
Entramos a la autopista a toda ostia adelantando por el arcén a todos los que hacen cola para incorporarse. El tío sigue por el arcén dando acelerones y frenazos: “ohhh… perfect brakes!!, perfect brakes!!”. Luego vuelta a acelerar exprimiendo las marchas: “ohhh… daa!! German motor!! German motor!! Perfectkna!!” . Nos cruzamos una patrulla de policía y les pita. Poco después hace la 3-4 y se cuela entre dos conos para cambiar de sentido. Cuando ya estábamos casi de vuelta, se para el motor repentinamente. "Se jodió la venta", pensamos ambos (uno en búlgaro y otro en español). Intenta infructuosamente arrancar nuevamente el vehículo. En este momento, estamos a unos 35º en Sofía, y el coche no abre las ventanillas porque está sin batería. Yo pensaba que nos ahogábamos en sudor.
Como el atasco que está formando detrás empieza a ser serio, llama a un secuaz para que traiga otro coche y usar su batería para arrancar. Llega a los pocos minutos, pero ni con esas. Se dan cuenta que es la gasolina, que no queda. Ahí tienes al gordo barbudo del amigo corriendo con un calor insoportable a la gasolinera más cercana, mientras el atasco que tenemos detrás se va solventando al tiempo que los coches nos adelantan por la acera.
Vuelve el secuaz con un bote de gasolina y lo echa en plan silvestre, derramando la mitad. Ahora sí, el coche arranca y volvemos al punto de partida. El policía se regocija porque ve que la venta se puede reactivar: "Ahhh... ne motor problem!!! only gazoil!! ne gazoil!! ahh... german motor the best!!", dice dando manotazos al salpicadero. La verdad es que el tío me ha transmitido mucha confianza (...), y el coche me gusta un montón (esto sí). Si llegamos a un acuerdo con el precio, el lunes hacemos todo el papeleo. ¡Ah!, ¡y de paso pongo alguna foto del vehículo en cuestión!! :)
Jajaja, brutal el búlgaro! deberias comprarle lo que te quiera vender, yo me fiaria a ojos cerraos jejeje
ResponderEliminarde hecho ya se lo compré! :P jejeje
ResponderEliminarMarcos!! aquí en la ofi nos está encantando tu blog, especialmente la compra del coche. Estaremos muy al corriente jeje cuídate!
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