Días 45-49:
¡Feliz cumpleaños! |
La semana comienza con el cumpleaños de Monroy (4 Octubre),
y qué mejor lugar para celebrarlo que nuestro respetado Dibaka… Nos metemos una
buena comilona, pero la fiesta tendrá que esperar al fin de semana.
Ojito con los agujeros... |
El miércoles tuve la ocasión de acompañar a Iva al pueblo de
su abuela: Godech. El lugar no es nada especial, aunque le da un cierto encanto
el hecho de que para llegar a él haya que atravesar montañas y páramos
desolados (sí, está un pelín aislado…). Allí recogemos muchas cosas útiles para
nuestro piso en Sofía, alguna mesa, sillas, mantas, etc. Visitamos a los padres de
Itzo, amigo de la infancia de Iva, y charlamos varias horas con ellos,
especialmente con la madre, que viene de haber estado 9 meses en la India… Nos
cuenta su interesante experiencia. El padre regenta un restaurante a 10 km de
allí, en el cual nos invita a cenar muy generosamente. Una muestra más de
hospitalidad por parte de la gente búlgara, y ya van varias.
Iñaki y Pacas, en la Iglesia Rusa de Sofía |
Al día siguiente, jueves, recogemos en el aeropuerto a
Iñaki, que viene de visita unos días. Obviamente esto supone realizar el tour
gastronómico básico por la ciudad, para que lo conozca debidamente. El viernes
hace algo de turismo mientras nosotros estamos en clase. Por la tarde le
acompañamos en otro largo paseo por el centro de la ciudad, donde flipa con el contraste entre "edificios monumentales-aceras destrozadas".
Por la noche, tanto Pacas como Monroy tienen ganas de
jarana. Yo estoy planteándome seriamente hacer la intentona definitiva al
Musala, ya que el tiempo cada vez es más frío y las montañas van acumulando más
y más nieve… cada semana que pase será más difícil subirlo. Las previsiones,
desgraciadamente, no son demasiado buenas (-14 grados en la cima a mediodía).
Además hay que iniciar la ruta desde abajo del todo (Borovets), porque como ya
vimos la semana pasada, el telesilla está cerrado. Pacas me asegura (con
la honestidad que le caracteriza) que él no lo va a intentar, porque esta noche piensa devastar y mañana madruga Rita. Con todas estas circunstancias, es normal que dudase
largo rato si intentarlo o no. Mientras yo me lo pensaba, estos elementos degustaban a elevado ritmo una botella de
1 l. de Rakia que les había traído nuestro amigo búlgaro Lubo. A Lubo lo conocimos
en la facultad de idiomas, donde estudia español. Se le entiende bastante bien,
aunque tiene un marcado acento cubano que no logramos comprender de dónde proviene.
Con el gran Lubo, durante nuestra conversación |
Finalmente, cuando ya van a salir de casa (a eso de las 00.30
h.), tomo una determinación: mañana voy al Musala a intentarlo. En ese momento,
el apuesto y embrutecido Luboslav se viene arriba: -“Amigo, yo te acompaño”. Me
quedo estupefacto, pues hasta ese momento no imaginé que pudiera tener el más
mínimo interés por semejante actividad, además de que se había pimplado media botella de Rakia delante mío. -“Lubo, que no hombre, no te preocupes,
que me da igual ir solo..” –“Que no, que no, que soy búlgaro, fuerte. Yo te
acompaño” –“Pero Lubo… si vais a salir
ahora de fiesta y llegarás a casa a las tantas… ¿cómo piensas levantarte mañana
para estar andando todo el día??” –“Yo llego
casa a las 7, duermo una hora y me recoges. Luego, duermo un poco más en coche,
y listo. Soy búlgaro!!!”, me dice al tiempo que hace un inequívoco alarde de virilidad agarrándose sus partes. Nos miramos unos a otros, desconcertados. Realmente está hablando en serio, por muy borracho que esté. –“¿Tienes ropa para el frío
y la nieve??” –“Soy búlgaro!!! Aquí Sofía, 20 bajo cero año pasado!! No frío
para mí!!”. Todo esto con la botella de Rakia en la mano, casi finiquitada, y Pacas y Monroy descojonándose de la risa alrededor nuestro. Bueno… pocas rutas de montaña recuerdo tan cargadas de
incertidumbre y tan desconcertantes como esta, pero el caso es que quedé con él
en recogerle a las 8.30 de la mañana siguiente. Me fui a la cama preguntándome
en qué clase de líos nos podíamos meter. La buena noticia fue que el tiempo
ahora era la menor de mis preocupaciones…
Ozzy - Miracle Man
Ozzy - Miracle Man