1 de octubre de 2010

República de Macedonia. Día 22

Día 22:
 
Clara con la Madre Teresa
Desayunando en el albergue, conocemos a una chica germano-croata que está viajando por la zona. Salimos con ella a dar una vuelta por Skopje. Es pronto, apenas las 9, y el día es lluvioso. Aunque el tiempo no se presta demasiado a ello, paseamos por la zona antigua de la ciudad. Interesante el antiguo bazar (aunque obviamente sin demasiada actividad a estas horas),la muralla de la fortaleza Kale, y las mezquitas que abundan por allí. En la línea del resto del país, la herencia otomana es muy visible. Más de 500 años de dominación turca dan para mucho, y los minaretes son un elemento más del paisaje macedonio.



Monasterio Sveti Jovan Bigorski
Posteriormente, y debido al gran interés mostrado por Clara (así se llama nuestra nueva amiga), nos acercamos a visitar la casa donde nació la Madre Teresa de Calcuta. Fue en 1910, en el seno de una familia albana católica. Por aquel entonces la ciudad aún se llamaba Üsküb, y formaba parte del Imperio Otomano. El mencionado edificio es ahora un museo con fotografías, escritos y objetos de la vida de la religiosa, además de tener una pequeña capilla en la parte superior. No tuvo demasiado interés, más allá de la anécdota.

En una librería compramos la Lonely Planet de los Balcanes, guía que nos será de una utilidad tremenda durante todo el viaje, y nos ahorrará muchísimo tiempo en búsqueda de información. Además, Clara nos acompañará en nuestra ruta hacia Albania, desde donde tratará de tomar un tren hacia Kosovo, aunque es en estos momentos cuando más cerca vamos a estar de la recién auto-proclamada nación.




Llegada a Ohrid
Nuestro próximo destino es Tetovo (usamos para ello la primera y anteúltima autovía del viaje), una ciudad con marcadísima influencia musulmana, que nos resulta de poco interés, aparte de alguna vistosa mezquita. El caos circulatorio en sus calles es considerable... Desde allí seguimos hacia el Parque Nacional de Mavrovo, por una carretera que serpentea entre montañas (pasamos cerca del Monte Korab, el más alto de la región con más de 2.700 m.) y frondosos bosques. Se nos ha pasado un poco la hora de comer, son alrededor de las 16.00 h, así que paramos por allí. El día sigue muy nublado, desafortunadamente. El Lago Mavrovo nos acompaña durante gran parte del trayecto, y después el río Vardar. Hacemos un obligado stop en el monasterio Sveti Jovan Bigorski (San Juan Bautista), construido en 1.020 en un enclave tan abrupto como aislado de la civilización.

Una intensa lluvia nos recibe en las inmediaciones de Ohrid, la villa más turística (e interesante, posiblemente) de Macedonia. Entre su laberinto de callejuelas empedradas pasamos un buen rato hasta encontrar el Art Hostel, un magnífico alojamiento por un precio que ronda los 7 €. Ya es de noche cuando salimos nuevamente a la calle, así que será mañana cuando exploremos el lugar. Dedicamos las últimas energías del día a probar algo de comida local, al mismo tiempo que atiendo al Real Madrid - Osasuna (qué buenas maneras apunta el Özil este...). Poco después tengo el privilegio de presenciar el último cuarto de las semifinales del Mundial de basket, Turquía-Serbia... buf!, menudo final... impresionante. Me alegro de la victoria turca, ¡y no sólo por estar en Macedonia!.

Iglesia de  San Panteleimon , con el Lago Ohrid detrás



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